Podría redactar un texto combativo explicando lo jodidos que están los derechos laborales de los DJs en este momento y diciéndote que aportando un poco de dinero comprando una camiseta salvarás la escena, pero voy a ser más sincero y te voy a hablar de cosas que quizá no escuchaste antes: te voy a hablar de ideales.
Y es que en AEDYP absolutamente nadie cobra un céntimo por trabajar. Nadie, repito, nadie. Y esto no te lo está diciendo un señor que se le da muy bien escribir textos que hacen que un producto de equipamiento para DJs se venda o se quede en las estanterías de las tiendas (que lo soy), te lo está diciendo mi otra faceta, que es la del secretario de la asociación, que es el señor que tiene la obligación legal de tomar notas por escrito de todo lo que se dice en las reuniones y firmarlas con su nombre para certificar de cara a la ley lo que hacemos, decidimos y organizamos, y que si esta asociación algún día comete algún error será uno más de los que legalmente pondrá la cara para que se la parta un juez, sin que nadie se lo haya pedido. Te lo está diciendo un señor que cada día coge su teléfono móvil a las 8:30 de la mañana, se mete en un despacho sin que nadie se lo pida, y se coordina con otros señores que hacen algo parecido sin que nadie se lo pida tampoco, y se ponen entre todos a inscribir nuevos socios en una base de datos protegida legalmente, a llamar a empresas y decirles que necesitamos su apoyo, a redactar contratos legales con esas empresas, que escriben posts en blogs para que estés informado o entretenido, que hablan con otros DJs y artistas para convencerles de que formen parte de esto, que tiran de toda su antigua agenda de contactos engordada a través de los años para conseguir citas, reuniones y favores. Que se dejan las pestañas delante de una pantalla diseñando logotipos, banners, cabeceras, footers, stickers, y otras cosas acabadas en “ers”, que se pasan un fin de semana en un plató improvisado en su casa con una cámara, un trípode, un ordenador y un motón de ideas para grabar un spot que levante los corazones en tiempos difíciles, que editan un vídeo emitido por una televisión y lo comparten en una red social para que te enteres de lo que hacemos, que dejan su estudio de grabación durante unas horas para conceder una entrevista a un medio, o interrumpen una clase con sus alumnos para atender una llamada que no puede esperar. Que pelean con un político escurridizo, que llaman a un jefe de prensa, que se sientan a negociar con un representante de otra entidad, con los dirigentes de una gestora de derechos, con el director de una escuela o con el artista que va a sacar un gran disco, para pedirles que nos ayuden, que te ayuden, que pongan un grano de arena para apoyar, levantar y dignificar un sector. Gente que discute con sus parejas, que acaban desquiciados otro día más y no duermen más que tres o cuatro horas, que les duele la cabeza de pensar, las manos de teclear, los ojos de leer, y el corazón de empujar.
Gente que en definitiva, hace esto porque tiene unos ideales en los que por encima de todo está el querer sacar adelante un sector que ha quedado tocado y hundido por esta pandemia, pero al que creen que se le puede hacer resurgir como el Fénix de sus cenizas, y que cuando resurja será mejor porque se hará todo bien esta vez, y será distinto para todos. Gente que no pretende que sus nombres pasen a la historia por vender discos, ni por llenar estadios con beats atronadores, gente que lo que quiere es dejar como legado un sector profesional bien organizado para que los que vengan detrás puedan sentir que se puede ser un profesional de la música en este país sin tener que llorar y sudar sangre, de forma digna, preparándose adecuadamente y esforzándose como en cualquier otra profesión. Gente idealista, con convicciones morales sanas e inclusivas. Esa gente necesita tu apoyo, y para pedírtelo, te piden que compres una camiseta que te pondrás para salir a la calle o para dormir después de echar un polvo el sábado. Yo te pido que te compres una camiseta, te lo pide Teo desde su despacho, y te lo pide Julio desde su estudio, y te lo pide Dani desde su oficina, y Jose Ramón desde su bufete, y Rafa, y Mike, y Cristian, y Albert, y te lo pide también Emilio, Manel, y Xavi, y Pepe.
Y con ese dinero ninguno cobrará un sueldo, ni se irá a la compra, ni a almorzar, ni de vacaciones. Pagarán poder seguir haciendo lo que hacen para que todo siga adelante.
Y ahora por favor, si no crees que debas comprar la camiseta, o la sudadera, o la funda para el móvil, ya no tengo sencillamente nada más que decirte, porque no tengo ni idea de cómo explicarte lo necesaria que es tu ayuda. Así que entra al siguiente link y compra algo, por favor.
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