A un vuelo de ser artista

A un vuelo de ser artista

A un vuelo de ser artista 1846 1200 Rafa Mendoza

Durante toda mi carrera he trabajado como DJ en Barcelona, donde el término “artista” se refiere a cantantes, grupos u otro tipo de creadores. En la música electrónica parece reservado únicamente al concepto “productor”. Personalmente, y por mi experiencia en el extranjero he podido comprobar que no es así en todo el mundo.
En mi vida he tenido un “impasse”. Un maravilloso cambio que me ha proporcionado otra forma de ver las cosas, y es comprobar que nuestra profesión tiene otra perspectiva fuera de nuestras fronteras.


Por diferentes motivos personales tuve la posibilidad de emigrar a Emiratos Árabes Unidos y aproveché la circunstancia. Me pareció una buena oportunidad y no dudé ni un solo segundo… Parecía un buen cambio.
Para los que penséis que fue fácil os diré que nada más lejos de la realidad. Una vez llegas allí, haces un poco de turismo, y después de ver el Burj Khalifa y pagar las cervezas a precio de Möet, uno se piensa que la experiencia en España es suficiente para poder trabajar de la misma forma. Es una equivocación, es otro país, otra cultura y el sistema de contratación es diferente.
Afortunadamente en Barcelona no he tenido problemas para trabajar ¿Funciona igual en el extranjero? Por supuesto que no. En Dubái se trabaja con un sistema estacional y anglosajón. Vamos a desarrollar esto:
El término “estacional” se refiere a que hay épocas de contratación preferentes, y van desde después de Ramadán/verano hasta principios de Ramadán del año siguiente. Suelen durar entre 8/10 meses, por lo que si intentas trabajar fuera de ese periodo será bastante más complicado. Luego está el sistema anglosajón que no es otra cosa que trabajar las contrataciones como si fueras un artista, ya que no depende del encargado, u otro personal de sala. En la mayoría de ocasiones son los directores artísticos o directores de F&B, los que realicen las contrataciones en base a los “press releases” u ofertas que se reciban.
Como veréis no hablo de curriculums, sino de press releases, tampoco es el mismo sistema de aquí, ya que la imagen y el valor añadido que se ofrece como artista extranjero tiene ese plus.
Y eso es lo que precisamente reivindico. En España no se da el valor a los DJs nacionales como si se nos reconoce en el extranjero. También se valora muy positivamente nuestra procedencia, y especialmente si venimos de ciudades como Ibiza, Madrid o Barcelona.
Personalmente creo que este es uno de nuestros puntos débiles: Nuestra imagen corporativa como DJs profesionales españoles va muy por detrás de los clubs. Pero fuera todo cambia: somos profesionales realmente valorados.
Esa fue mi percepción, lo que tuve que hacer fue informarme de las exigencias que requería el mercado en Emiratos, y realizar mi oferta de forma adecuada con “press releases” e información útil para los departamentos que me podían contratar (especialmente marketing o F&B). Todo ello requería de mucha actividad en las redes y una imagen de artista consolidado.
Otra recomendación es adaptarnos a las exigencias del mercado, y de esa forma entrar en el “show business” dando una imagen de profesional de primer nivel. Eso es lo que quiere cualquier empresa: tener al mejor, y los DJs españoles realmente estamos a la altura. Una web, unas redes potentes, y lo más importante, publicar sesiones variadas con regularidad nos dará una presencia importante, ya que esa será nuestra carta de presentación. Si además eres productor, tendrás bastante a tu favor.
A cambio de eso… ¿Qué ofrecen? La verdad es que la contraprestación merece la pena. -TODOS- los contratos que tuve durante cinco años fueron de ARTISTA, estaban totalmente al margen de los contratos estándar de hostelería, y debía informar sobre mi trabajo directamente al Operations Manager o al Director de F&B de la empresa.
Mucha gente creerá que es maravilloso, pero como todo tiene pros y contras. La presión de ser un artista dentro de una organización empresarial es fuerte, pero también tiene su lado positivo, y es que una vez se consigue nadie lo pone en duda: ni tus compañeros, ni tus colegas. Todo es fluido. El estatus no se discute, ni tan siquiera entre nosotros.
Y eso es genial, porque da igual lo que pinches, como lo pongas o la cantidad de sesiones que hagas. Eres un artista -per se-. No hace falta discutirlo, ni tan siquiera explicar cómo trabajas. Eres DJ… Eres artista, y tu salario -incluso como DJ residente- está a ese nivel ¿Compensa? Sin lugar a dudas.
Pero tomemos un vuelo de vuelta de 6000 km… Volvamos a España ¿Con que nos encontramos? De entrada, hay gente del sector que me repite una y otra vez que la figura del deejay ya existe legalmente, y que se ha legislado correctamente ¿Pero poner una categoría profesional en un convenio colectivo es sinónimo de estar correctamente regulado? Permitidme que lo dude.
Y aquí nos encontramos con un exceso, cuando antes no existía oficialmente y se asimilaba, por analogía, a la categoría de “ayudante de camarero”. Nos quejábamos (con razón) que no aparecía la profesión de DJ, pero ahora aparecen TRES categorías dentro del mismo convenio, lo cual, lejos de ser una ventaja, en mi opinión, es un gran inconveniente ¿Por qué?
Analicemos la Resolución de 14 de febrero de 2020 de la Dirección General de Trabajo, por la que se registra y publica el acuerdo referente a las tablas salariales del año 2020 del Convenio colectivo estatal del personal de salas de fiesta, baile y discotecas de España.
El DJ aparece en concreto en tres epígrafes, como personal de espectáculos en su grupo B y un equivalente a primera figura, jefe de ballet, solista… o incluso algo más extraño como palmero, si bien es cierto que no exactamente al mismo nivel salarial, pero en general, las categorías profesionales son equivalentes.


En un escalafón inferior nos encontramos al personal de sala, que tiene “Disjockey residente” y “Montador de discos”, ambos en la misma categoría profesional, pero con una diferencia en salario de casi 400 euros al mes entre las dos (¿?), y la de menor salario (Montador de discos/Ayudante de Discjockey) es la más cercana al salario mínimo interprofesional (no llega a 200€ por encima). Mi pregunta es… ¿Qué es un montador de discos? ¿Por qué una diferencia entre DJ residente y DJ por cuenta ajena? ¿No es lo mismo? ¿Cuál es el criterio para diferenciar una u otra? La respuesta… Ninguno.


Así de crudo y así de simple. Que alguien me explique porque existen estas tres categorías y sobre todo que es un “Montador Discos” (porque aparece asimilado a “Ayudante de DJ”). Otro misterio es descubrir la diferencia que hay entre un DJ de Categoría “B” con un DJ Residente (sobre todo si ambos son trabajadores por cuenta ajena). En el primer caso es “Personal de espectáculos”, mientras que en el segundo es “Personal de sala” ¿El espacio condiciona la categoría profesional? ¿El trabajo que se realiza no es el mismo?
A efectos prácticos, y en la mayoría de las ocasiones, te incluirán en la categoría más económica, porque no nos engañemos, todo esto acaba en la mesa de un gestor que, para darte de alta en Seguridad Social, optará (con bastante seguridad) por la categoría más económica… Eso si no te ponen como “ayudante de camarero”, y así de paso también se ahorran unos euros.
Si a todo eso le sumamos que (en general) los DJs solo trabajan en fin de semana (es decir, a tiempo parcial). Ahí radica la gran perversión de nuestro trabajo: Deberemos trabajar 5 vidas para poder jubilarnos, y de la prestación por desempleo directamente olvídate.
EN CONCLUSIÓN: ¿Está regulado? SI ¿Es práctico? NO ¿Eres artista? Ni de broma.
Dentro de toda esa regulación lo único que parece tener sentido es el art 7 que dice:
“Los artistas, cuando trabajen en «bolos» (actuaciones entre uno y tres días consecutivos sin continuidad), percibirán como mínimo, la cantidad de 125,23 euros por día de trabajo. Esta cantidad incluye todos los conceptos.”
Y es que en realidad LOS DJs SOMOS ARTISTAS HACIENDO BOLOS… Bolos semanales para la misma empresa, por lo que toda la regulación que aparece de forma previa y con tantas categorías no tiene sentido, ya que se utiliza de forma incorrecta y sirve -en esencia- para evitar multas. A efectos prácticos, solo sería interesante unificándolo todo en una sola categoría (como artista) y si se trabajan de forma efectiva las 40 horas/semanales.
Y ese es el nivel. Creo que toda esta situación de pandemia nos ha permitido hacer una reflexión sobre nuestro trabajo, su legislación y, desgraciadamente, muchos hemos sufrido esas consecuencias. Espero que en un futuro trabajemos en el camino correcto hacia una regulación UNICA, con carácter de ARTISTA ESCÉNICO y con un MÍNIMO DE COTIZACIÓN MENSUAL para conseguir una efectiva protección social de nuestro colectivo ¿Imposible? Si coges un vuelo, haciendo exactamente lo mismo en otros países, eres un ARTISTA… Allí nadie lo discute.

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